ATLAS DE MÉXICO

 

Me interesa hablar de las imágenes de Laura Etel desde lo que nos es común: por un lado, la materia y la forma; por el otro, los motivos que nos animan.

 

Al hablar de la materia y la forma me refiero a esa relación entre las técnicas del grabado, el dibujo sobre diversos soportes y el mapa como elemento de representación, que además contienen las intenciones que impulsan la obra y en conjunto conforman los componentes que estructuran el pensamiento gráfico desde la repetición misma.

 

La repetición, sostiene Gilles Deleuze “…expresa al mismo tiempo singularidad contra lo general, una universalidad sobre lo particular”; ésta es fácilmente reconocible en las asociaciones del elemento mapa que Laura Etel plantea en sus imágenes  y la manera en que las estructura desde las variables de la propia repetición.

 

Los mapas representan una totalidad; son tiempo y distancia decía Italo Calvino. Representan, así como la compresión geográfica, rutas y desplazamientos provocados o al servicio del poder, el control o la desesperación desde ejercicios geopolíticos. Los mapas permiten la visualización de la realidad territorial; sus diferencias y sus límites.

 

Los mapas de Etel: grabados, impresos, dibujos, en distintos soportes, establecen diferentes morfologías de representación geográfica a partir de diversas asociaciones simbólicas, desde los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, los mapas escolares impresos, la educación, la migración y el país entero como idea de nación. Los  mapas de la “República Mexicana, división política sin nombres” son el soporte y principal elemento discursivo del “Atlas de México”.  En ellos articula el territorio, el norte y el sur, desde la reorganización de sus límites: los fractura, los une, los fusiona, los sobrepone y yuxtapone a partir de sus diversas necesidades expresivas y así crea nuevas apariencias geográficas que reconfiguran la imagen común de esa territorialidad que reconocemos como México.

 

Me gustan los mapas porque me permiten elaborar una serie de asociaciones imaginativas desde el afecto, el deseo, la experiencia y el movimiento al construir, subviertir, trastocar y re-elaboran una realidad representada y  transformarla en otra, simulada, re-creada. 

 

Al ver el Atlas de Laura Etel identifico un mismo gusto por los mapas y adivino los motivos que la animan a crear desde la representación del país un otro país, un otro territorio que, a su vez, nos caracteriza y nos identifique como habitantes de un suelo único e irrepetible. 

 

Coral Revueltas Valle

Agosto 2019, Ciudad de México